Había una vez un príncipe y una princesa, que vivían felices en su pequeño reino.... A lo largo del tiempo nos vamos dando cuenta que los cuentos de príncipes y princesas no son tan azules ni brillantes cómo los pensábamos, y en realidad no somos ni príncipes ni princesas, pero no entiendo por qué si hace mucho descubrí que no era una princesa, seguí pensando que cualquier sapo podría transformarse en mi príncipe, y no es así. no hay un príncipe ideal, ni muchos menos azul montado en un corcel, la verdad es que somos hombres y mujeres con nuestras virtudes y defectos y muchas veces más defectos que virtudes, que intentamos tapar con un manto de perfección aparente, y es ese manto de perfección el que no nos permite demostrar cómo somos realmente.
Hace tiempo atrás decidí ser quien soy, y si te gusta bien y sino pues agradece que no te mostré una careta, no hay tiempo para ser ideal, para darle en el gusto a todos y además vivir, y fíjate que la gente esta tan acostumbrada a andar con máscara que cuando no la usas se asustan o eres extraño a ese grupo. Por que no decir te quiero cuando quieres, decir es lindo o linda cuando realmente lo es, por que no permitirte decir no, cuando sientes la necesidad de hacerlo. Y por que mentirle a alguien que te habló con sinceridad y te pidió que tu también lo hicieras, no entiendo y no lo entiendo, que saca con a mi decirme unas cosas y luego a otros otras, me confundiste y sabes no quiero estar confundida, sabes perfectamente todo lo que estoy pasando y que no estoy para confundirme, sí todo lo que me decías lo hacías por conseguir algo, por que no ser sincero si así era más fácil para todos, que necesidad tenías de adornar todo en términos románticos cuando yo te pedí que fueras sincero, no entiendo, cuantas veces me habré despidido y hoy ya ni siquiera quiero saludarte. Me cansé sabes, de que te creyeras el príncipe perfecto y al final no soy capaz de reconocer si eres plebeyo o un sapo encantado, al menos me dioy cuenta, que no todo es lo que me dices... bueno dicen que para abrir bien los ojos necesitas un remezón fuerte y le agradezco a esa hada madrina que me lo dio... Y por cierto mi final feliz no depende del y vivieron juntos y felices para siempre, sólo depende de mi así que despreocupate mucho no te llevas ni te dejo ahora que una vez más me toca alejarme.
Ya sabes que el cariño es inmenso y como muchas veces me dijiste lo de nosotros no desaparece, pero por hoy me cansé, digamos que será la bella durmiente por un rato, esperemos que no por mucho...
La verdad duele solo una vez las mentiras, cada vez que se recuerdan
3 Comentarios:
Primero decirte que me encanta que escribas en tu blog, porque se extraña leerte, ya que siempre tienes reflexiones muy constructivas y escribes bonito.
Los príncipes no existen, tienes toda la razón, al creer que existen el golpe es mas fuerte, pero no es culpa de ellos, ni nuestra, es que de generación en generación hemos comprado la corona de Princesa aunque sea en papel metálico, y pucha! Ahí vez como van las cosas… Es hora de ver las cosas como son, Mujeres y hombres intentando ser mejores y en el ensayo nos equivocamos muchísimo.
Un beso enorme. :)
Pd.: y vuelve eh!!!
Ufff, un post cargado de la verdad rotunda. Los sueños no suelen ser realidades, pero es bello soñar, y pienso que no siempre es malo. Los errores son parte del camino. Lo importante es caminar.
Bello
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