Querida Ana te escribo, no en son de reconciliación, sino que quiero pedirte perdón, por no estar ahí, por dejar que dejaras de sentir, por perderte, por necesitarte, por amarte, por olvidarte, y por muchos artes mas con los que llenaste mi vida, me faltas tanto o más como me he faltado este ultimo tiempo, estoy perdido, y he perdido también la luz de faro que guía mi camino, pues bien sabes que esa luz la dirigías tu, y parece que la ampolleta ya no funciona o tal vez este apuntando en otra dirección, te necesito, y es cierto, debo aprender a leer las estrellas y guiar por ellas mi andar, pero siento que no podré he leído instrucciones, y mil cartas de navegación, pero en ninguna dicen como continuar cuando te queda solo la mitad de la embarcación....

Intento, te juro que intento no pedirte que regreses, pero vaya estos días han sido ingratos, vacíos, absurdos, grises he hecho día las noches, ya ni siquiera me soporto, y tal vez estaba así antes que te fueras, pero vaya estoy solo conmigo, ya no esta tu sonrisa, busco tus ojos aun sabiendo que no los encontrare, voy mil veces al día a ese sillón en el que te sentabas a leer, y aun tiene tu cuerpo grabado en el, y ruego, ruego que no desaparezca antes que te puedas sentar en él nuevamente recuerdas la marca de vaso que dejaste sobre la mesa? ya no está, es tan poco lo que te conserva en esta casa que parezco un loco intentando lograr que tu recuerdo no salga de estas paredes, pero diablos Ana, si no quiero tu recuerdo, quiero tu presente a mi lado...

Si Ana, sé que si decidiste marchar, fue por que al fin tuviste el valor para hacerlo y tal vez, debí detener la camioneta y pedirte que conversáramos y no seguir, pero estabas tan decida quede perplejo y actué por inercia ante los incesantes bocinazos de los vehículos que estaban atrás mío... y si me preguntas, creo que fue lo mejor, obviamente no para mi pues ya ves ni siquiera logro ocultar la desesperación que me provoca el no tenerte, pero estos días tal vez algo ayuden a mi favor... ya sabes soy un loco que poco o nada sabe como decir lo que siente, pero te adoro querida Ana te amo y lamento habernos impulsado a este rompimiento...

Y si llegamos a poder construir un nosotros nuevamente, no puede partir desde donde nos quedamos, y no quiero prometerte nada que no pueda cumplirnos... Mírame amor, ya soñando con que tal vez regreses...

Tuyo Santiago